Nos gusta compartir con vosotros todo lo que puede suceder en el día a día de un proyecto u obra. Nos referimos a esas cuestiones que, bien resueltas, quedan diluidas en el proceso de trabajo; sin embargo, si los problemas que entran dentro de lo habitual no se resuelven correctamente, pueden arruinar un proyecto. Los arquitectos sabemos que las obras son especialmente propensas a que sucedan ese tipo de situaciones imprevistas. Cuando hablamos de obras de reformas integrales, las probabilidades de encontrarnos con problemas inesperados crecen proporcionalmente a la antigüedad del edificio. Lo ilustramos con el ejemplo de un caso real, la situación vivida en uno de los proyectos que en Rez estudio tenemos actualmente en marcha. Nos referimos al proyecto que estamos realizando ‘Vivienda de Ana‘, donde nos encontramos con un forjado desnivelado. El forjado presentaba un desnivel de 10 cm en un piso de 60 m2, lo que puede indicar problemas estructurales.
Te contamos, a continuación, como resolvimos el problema de este forjado desnivelado encontrado en la ‘vivienda de Ana’.
Problemas de película
Antes de meternos de lleno en contar el tipo de problema detectado y cómo lo resolvimos, os quiero hablar de cine. Bueno, en realidad no es que vaya a ponerme ahora a hacer crítica cinematográfica (que tampoco sabría). Me voy a tomar la licencia de compartir con vosotros mi sorpresa al descubrir entre los últimos estrenos la película «Las grietas de Jara«. Se trata de una co-producción de Argentina y España, un thriller, para más señas. En realidad ni siquiera he visto la película, pero lo que llamó mi atención fue su argumento.
¿De qué va esta película para que hable de ella en un blog de Arquitectura y, encima, sin haberla visto? Ya os lo imaginaréis: ¡de grietas! La historia habla de Nelson Jara, el indignado propietario del edificio colindante a una obra del estudio de arquitectura en el que se centra la película. Este tal Nelson se sintió damnificado por una grieta en la pared de su apartamento, que fue provocada por un error en la construcción. Es decir, el devenir de una obra, los errores de proyecto y las malas decisiones a la hora de ejecutarlo ¡dan para una película de intriga!
Al leer este argumento he pensado en lo importante que es trasladar a los usuarios y a los clientes la importancia de una buena gestión de las obras. Por ello, he decidido contar el problema que tuvimos en el forjado de una vivienda que Rez estudio está reformando.
Por qué es tan habitual en un inmueble antiguo
La existencia de un forjado desnivelado en viviendas existentes es bastante habitual, especialmente cuando se ubican en un inmueble antiguo. Las causas que provocan este problema pueden tener diferentes orígenes, o ser una combinación de varios motivos.
Los edificios, en mayor o menor medida, se mueven a lo largo de su vida útil. Probablemente habéis oído hablar de las fisuras que aparecen en nuevas construcciones, debido al secado de los materiales (por efecto de la retracción del hormigón, por ejemplo) o porque el edificio «se está asentando». Pues esta adaptación del edificio a sus condiciones externas se continúa produciendo durante todo su ciclo de vida.
La realización de obras en interiores, o de actuaciones en las zonas limítrofes, puede provocar ligeros movimientos en el edificio. Estos movimientos, acumulados a lo largo de muchos años, pueden manifestarse en los forjados interiores del edificio. Si, además, el edificio tiene una estructura de madera y sufre alguna lesión, el problema puede agravarse considerablemente.
Problemas dificiles de detectar
Los forjados desnivelados no son siempre fáciles de detectar a simple vista. Muchas viviendas antiguas han ido experimentando reformas sucesivas a lo largo de los años. Las transformaciones acumuladas se van superponiendo intervención tras intervención. Se llega a menudo al punto de que puede ser complicado conocer el estado original del edificio hasta que no se empieza la obra. En concreto en los suelos, se suelen ir actualizando pavimentos y compensando partes desniveladas con soluciones más o menos correctas. El estado que presenta el forjado original es, en estos casos, imposible de conocer antes de levantar los sucesivos pavimentos.
Las posibilidades de encontrar problemas aumenta si esas transformaciones no han sido dirigidas por profesionales, ni han quedado bien documentadas. Esta situación es más que habitual en viviendas de centros históricos; este es el caso de la ‘Vivienda de Ana’, situada en pleno centro de Madrid y en un edificio con estructura de madera.
El peligro que conllevan
El problema más grave es, obviamente, que el forjado acabe colapsando (situación que, desgraciadamente, se produce en ocasiones). Si, por ejemplo, las viguetas con algún tipo de lesión de un forjado desnivelado no son reparadas, continuaran deteriorándose. Si, además, el forjado en cuestión continúa siendo objeto de modificaciones, verá agravado su problema. Esto es lo que ocurre cuando no se levanta el pavimento para reconfigurar la estructura del forjado con este problema. Si además, se añade un revestimiento más que suma más peso al forjado dañado, aceleraremos las lesiones que ya presenta. Por eso es importante prestar mucha atención a cualquier tipo de lesión que presente un inmueble antiguo:
- Estudiando muy bien las documentación, si existe, y las condiciones del inmueble a la hora de acometer el proyecto.
- Haciendo un seguimiento exhaustivo de la obra, para adoptar las soluciones técnicas adecuadas a los imprevistos que puedan surgir (problemas que no podían ser detectados antes de la intervención).
Cómo resolvimos el problema del forjado desnivelado
En el caso particular de la ‘Vivienda de Ana’, lo primero que hicimos para reparar el forjado fue levantar el pavimento. Una vez accedimos a la parte estructural del forjado, lo limpiamos y reparamos los elementos lineales de madera. Después de asegurarnos de que los problemas no comprometían la seguridad del edificio, colocamos una nueva ‘malla de reparto’.
Hemos aprovechado la intervención en el forjado para cambiar completamente la instalación de fontanería de la vivienda, distribuida por el suelo de la vivienda. Después, hemos vertido una capa de compresión de hormigón aligerado con ‘Arlita’. Una vez nivelada la solera, aplicaremos una pasta niveladora. Con ello, tendremos ya el soporte listo para colocar el suelo vinílico elegido para la ‘Vivienda de Ana’.
La solución adoptada supone un importante aligeramiento del forjado de la vivienda. Todo el proyecto ha sido diseñado para no sobrecargar la estructura existente, garantizando la seguridad de los ocupantes del edificio. Así, las divisiones de la ‘Vivienda de Ana’ se realizan en seco, con tabiques de cartón-yeso (o Pladur). Gracias a ello, la inversión realizada dará como resultado una vivienda reformada segura y confortable por muchos años.
Os daremos buena cuenta del resultado final, compartiendo en nuestra web las imágenes de la reforma finalizada. Así que… ¡Continuará!