En este proyecto de inversión, ubicado en el emblemático barrio de Chamberí, en Madrid, nos enfrentamos al reto de transformar una vivienda clásica en un espacio moderno, funcional y atractivo para su posterior venta. El diseño se centra en un equilibrio entre lo clásico y lo contemporáneo, utilizando materiales de alta calidad y detalles cuidadosamente seleccionados para maximizar su valor.

La paleta de colores gira en torno al blanco roto, negro, beige y las tonalidades naturales de la madera, creando un ambiente elegante y atemporal. El suelo de parquet en espiga, con una textura marcada, pero sin nudos, aporta un aire sofisticado y urbano. Los materiales nobles como porcelánicos tipo mármol, piedra caliza y mármol natural negro “Blue Violet” elevan la estética, mientras que la encimera de cocina en mármol travertino añade un toque de exclusividad.

En los baños, la calidez se logra a través de panelados en maderas laminadas tipo nogal y teca, que contrastan con los grifos y accesorios de baño en acero gun metal, aportando un toque moderno e industrial.

La iluminación juega un papel protagonista, con focos de líneas sencillas en blanco mate y tiras LED empotradas que resaltan detalles arquitectónicos y aportan profundidad a los espacios.

En el salón y el pasillo, las molduras originales de los techos se han conservado y combinado con molduras contemporáneas en las paredes, creando un diálogo entre lo nuevo y lo clásico. Este contraste se refuerza con una columna de acero vista, que introduce un elemento de diseño moderno en el corazón de la vivienda. Además, los radiadores han sido ocultos tras rejillas de madera lacada a medida, integrándose perfectamente con los rodapiés para una estética limpia y continua.